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Dos chicas con camisas de cuadros a juego abrazándose al aire libre.

Abrazos Autistas: Una Guía sobre las Sensibilidades Sensoriales, el Consentimiento y la Conexión

6 sept 2024

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6 sept 2024

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Abrazos Autistas: Una Guía sobre las Sensibilidades Sensoriales, el Consentimiento y la Conexión

6 sept 2024

Comprender los desafíos de abrazar para quienes tienen autismo. Explorar las sensibilidades sensoriales, la importancia del consentimiento y las alternativas para expresar afecto.

Navegar por las interacciones sociales puede ser excepcionalmente desafiante para las personas con autismo, especialmente cuando se trata de afecto físico como abrazar. Mientras que muchos ven los abrazos como gestos reconfortantes, la experiencia puede ser completamente diferente para quienes se encuentran en el espectro del autismo debido a sensibilidades sensoriales y complejidades sociales. Para algunas personas autistas, un abrazo puede sentirse reconfortante, pero para otras, puede ser abrumador o incluso angustiante. Comprender estas matices es clave para fomentar interacciones respetuosas y solidarias. En este blog, exploraremos las complejidades de abrazar a personas autistas, la importancia del consentimiento y formas alternativas de expresar afecto.

La complejidad del afecto físico para quienes están en el espectro del autismo

El afecto físico, especialmente los abrazos, a menudo se considera un símbolo universal de calidez, cuidado y comodidad en muchas culturas. Sin embargo, para las personas con autismo, los aspectos sensoriales y sociales del abrazo pueden presentar desafíos únicos. La experiencia sensorial de un abrazo puede ser abrumadora para algunos, mientras que otros pueden encontrar difícil interpretar las señales sociales y las intenciones detrás del gesto.

Explorando la experiencia sensorial de los abrazos

Para entender los desafíos que enfrentan las personas autistas con los abrazos, es importante considerar la experiencia desde una perspectiva sensorial. Para muchas personas autistas, sus sistemas sensoriales procesan la información de manera diferente. Esto puede crear una sensibilidad aumentada a la entrada sensorial, lo que significa que las experiencias que involucran tacto, vista, sonido, olfato y gusto pueden ser más intensas que para las personas neurotípicas.

Durante un abrazo, la sensación del cuerpo de otra persona cerca, la presión de sus brazos, el aroma de su perfume o colonia, e incluso el sonido de su latido pueden ser abrumadores. Imagina sentirte bombardeado por estas sensaciones todas a la vez: un abrazo se convierte en menos de un gesto reconfortante y más en una sobrecarga sensorial.

Esta sensibilidad sensorial puede hacer que los abrazos se sientan físicamente incómodos o incluso dolorosos para algunas personas autistas. En consecuencia, un abrazo destinado como un gesto de afecto puede ser percibido negativamente, potencialmente causando ansiedad, estrés, o incluso un colapso.

Variabilidad en los niveles de comodidad y preferencias

Es crucial recordar que los niveles de comodidad con los abrazos varían significativamente entre las personas autistas. Algunos pueden abrazar con entusiasmo, disfrutando de la cercanía física y la presión como una forma de búsqueda sensorial. Pueden encontrar consuelo y tranquilidad en la sensación de ser abrazados.

Otros pueden tolerar abrazos de individuos familiares pero encontrar abrumadores los abrazos de extraños o conocidos. También es común que las personas autistas tengan preferencias con respecto al tipo de abrazo que consideran aceptable. Por ejemplo, un abrazo ligero con contacto limitado puede ser preferible a un abrazo apretado de cuerpo completo.

La conclusión clave es que no hay un enfoque único para abrazar a personas autistas. Reconocer y respetar estas diferencias individuales es esencial para fomentar interacciones positivas y cómodas.

Desafíos alrededor de abrazar a personas autistas

Dado los potenciales desafíos sensoriales y sociales asociados con abrazar para las personas autistas, es importante navegar estas interacciones con consideración. Comprender y respetar los límites relacionados con el contacto físico es crucial para fomentar relaciones saludables y crear un entorno de apoyo donde todos se sientan cómodos.

Aceptar abiertamente que las personas con autismo pueden percibir y experimentar los abrazos de manera diferente es el primer paso hacia interacciones más informadas y sensibles. Nunca es seguro asumir que un abrazo es bienvenido, incluso si está destinado con las mejores intenciones.

Entendiendo los límites y el consentimiento

Navegar el afecto físico con personas autistas comienza con entender y respetar los límites. Si bien abrazar es una interacción social común, es importante recordar que no todos se sienten cómodos con el contacto físico, particularmente las personas con autismo. Establecer límites claros en torno al afecto físico es esencial para promover el desarrollo social y asegurar que todos los involucrados se sientan seguros y respetados.

El consentimiento es un aspecto fundamental de las interacciones respetuosas. Al igual que cualquier otra persona, las personas autistas tienen derecho a decidir quién las toca y cómo. Antes de ofrecer un abrazo, es crucial obtener consentimiento explícito, incluso de individuos que te han abrazado en el pasado. Su nivel de comodidad puede variar dependiendo del entorno, su estado de ánimo, u otros factores.

Siempre pide consentimiento verbalmente y respeta su respuesta, incluso si es "no". Las señales no verbales, que pueden ser difíciles de interpretar, especialmente para personas con autismo, no son una forma confiable de consentimiento. Establecer estas expectativas claras en torno al contacto físico ayuda a crear un entorno más seguro y respetuoso.

Estrategias para comunicar incomodidad o aceptación

Para las personas autistas, comunicar incomodidad o aceptación del afecto físico puede ser un desafío. Las dificultades con las habilidades sociales y la interpretación de las señales sociales pueden dificultarles expresar sus preferencias de manera efectiva. Es importante equipar a las personas autistas con alternativas para comunicar sus niveles de comodidad más allá de la comunicación verbal, que puede no estar siempre fácilmente accesible.

Un enfoque es enseñar y alentar el uso de saludos alternativos. En lugar de abrazar, sugiere opciones como un saludo con la mano, un "high-five", un puño, o incluso una simple sonrisa y un saludo verbal. Estas alternativas proporcionan una manera de reconocer y interactuar con otros mientras se respetan los límites.

Las ayudas visuales, como historias sociales o tarjetas de imágenes, también pueden ser herramientas valiosas. Las representaciones visuales pueden ayudar a las personas autistas a entender diferentes interacciones sociales y formas apropiadas de responder. Además, enseñar frases como "no estoy cómodo con abrazar en este momento" o "prefiero un 'high-five'" puede empoderarlos para comunicar sus límites directamente.

Alternativas creativas a los abrazos tradicionales

Reconocer que los abrazos tradicionales pueden no ser una forma adecuada de afecto para todas las personas autistas abre oportunidades para explorar expresiones alternativas de cuidado y conexión. Al cambiar el enfoque del contacto físico a otras experiencias sensoriales o actividades compartidas, podemos crear un entorno más inclusivo que respete las necesidades y preferencias individuales.

El concepto de la "máquina de abrazos"

Temple Grandin, una destacada defensora y autora autista, introdujo el concepto de la "máquina de abrazos" en su libro Pensando en imágenes. La máquina de abrazos, diseñada por la propia Grandin, proporciona estimulación controlada de presión profunda, que encontró calmante y terapéutica. Este concepto resalta la importancia de proporcionar entradas sensoriales personalizadas para satisfacer las necesidades específicas de las personas autistas.

Implementando el afecto basado en gestos

Para los niños y adultos autistas, el afecto basado en gestos puede ser una alternativa más cómoda a los abrazos tradicionales. Los apretones de manos, los 'high-fives', los puños, o incluso los pulgares hacia arriba son formas de expresar cuidado y ánimo sin implicar contacto físico. Estos gestos pueden ser particularmente útiles para las personas autistas que luchan por interpretar las señales sociales, ya que ofrecen una manera clara y concisa de transmitir sentimientos positivos.

Los recordatorios visuales, como tarjetas de imágenes que representan diferentes opciones de gestos, pueden ser herramientas beneficiosas para enseñar a las personas autistas estas formas alternativas de expresar afecto. Además, practicar estos gestos en un entorno lúdico y de apoyo puede ayudar a construir confianza y comprensión.

Recuerda que la transición de los abrazos tradicionales al afecto basado en gestos puede tomar tiempo y paciencia. La consistencia es clave: continúa modelando y alentando estas alternativas, y con el tiempo, las personas autistas comenzarán a comprender y utilizarlas de manera efectiva en sus interacciones sociales.

Apoyando a los seres queridos autistas: consejos para familias y amigos

Apoyar a los seres queridos autistas requiere paciencia, comprensión y disposición para adaptar nuestro enfoque a las interacciones sociales según sus necesidades individuales. Reconocer que el afecto físico, particularmente abrazar, puede ser desafiante para algunas personas autistas es crucial.

Educando sobre las necesidades autistas en entornos sociales

Educar a otros sobre las necesidades únicas de las personas en el espectro autista es crucial para fomentar una mayor comprensión y aceptación en entornos sociales. Los cuidadores, familiares y amigos pueden jugar un papel significativo en este proceso al explicar suavemente cómo las sensibilidades sensoriales y los desafíos sociales pueden impactar el nivel de comodidad de una persona autista con el contacto físico.

Es importante enfatizar que cada individuo en el espectro autista es único, y sus preferencias por el afecto físico pueden variar ampliamente. Lo que una persona autista encuentra reconfortante, otra puede encontrarlo abrumador. Por lo tanto, es esencial evitar hacer generalizaciones y en su lugar centrarse en las necesidades y límites específicos del individuo.

Cuando interactúes con un individuo autista, particularmente en entornos sociales, alienta a otros a priorizar la comunicación verbal sobre los gestos físicos de afecto. Sugiere alternativas a los abrazos, como un saludo amistoso, un 'high-five', o simplemente decir hola. Este enfoque promueve el respeto, la comprensión y las interacciones sociales positivas para todos los involucrados.

Fomentando la autonomía en la expresión del afecto

Si bien comprender y respetar los límites es fundamental, también es importante fomentar la autonomía en cómo las personas autistas eligen expresar afecto. El autismo no debe verse como una barrera para experimentar la alegría y conexión que vienen con compartir amor y cuidado con otros.

Alienta a las personas autistas a explorar diferentes maneras de expresar afecto que se alineen con sus niveles de comodidad. Esto podría implicar expresiones verbales, como decir "te quiero" o "me importa", o gestos no verbales, como ofrecer un pequeño regalo o compartir una actividad favorita.

Recuerda, el objetivo es fomentar un entorno donde las personas autistas se sientan empoderadas para expresar sus sentimientos auténticamente sin miedo a ser juzgadas o presionadas a conformarse con normas sociales que pueden no ser cómodas. Al apoyar su autonomía, les ayudamos a desarrollar relaciones saludables y cultivar un sentido positivo de sí mismos.

Conclusión

En conclusión, entender las complejidades del afecto físico para las personas en el espectro autista es crucial para crear un entorno de apoyo. Al explorar experiencias sensoriales, respetar límites y considerar formas alternativas de expresar afecto, podemos ofrecer conexiones significativas que honren los niveles de comodidad individuales. Es esencial educarnos y educar a los demás sobre las necesidades únicas de las personas autistas, fomentando autonomía y aceptación en cómo comunican y reciben afecto. Juntos, podemos cultivar espacios inclusivos que celebren la diversidad y promuevan la comprensión.

Si estás buscando un apoyo compasivo y adaptado al autismo, contacta a Blossom ABA hoy y descubre cómo podemos ayudar a nutrir conexiones positivas.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedes saber si alguien con autismo quiere abrazar?

Para alguien con ASD, interpretar señales sociales puede ser un desafío. Nunca asumas que quieren un abrazo. Pregunta directamente, respetando su respuesta. Su nivel de comodidad, incluso con el lenguaje corporal, puede no ser siempre claro. Siempre prioriza el consentimiento explícito sobre las interpretaciones.

¿Cuáles son algunos signos de sobrecarga sensorial durante los abrazos?

La sobrecarga sensorial durante los abrazos puede manifestarse como incomodidad, alejarse, o incluso angustia en individuos con autismo. Pueden cubrirse los oídos, apartar la mirada o volverse inquietos. Estas son señales claras de que el contacto físico es abrumador y debe detenerse inmediatamente.

¿Pueden las mantas con peso sustituir la necesidad de abrazos?

Las mantas con peso proporcionan entrada sensorial de presión profunda, que muchas personas autistas encuentran calmante, similar a un abrazo. Aunque no es un sustituto directo de la conexión humana, las mantas con peso ofrecen una herramienta valiosa para el confort y la regulación sensorial.

Navegar por las interacciones sociales puede ser excepcionalmente desafiante para las personas con autismo, especialmente cuando se trata de afecto físico como abrazar. Mientras que muchos ven los abrazos como gestos reconfortantes, la experiencia puede ser completamente diferente para quienes se encuentran en el espectro del autismo debido a sensibilidades sensoriales y complejidades sociales. Para algunas personas autistas, un abrazo puede sentirse reconfortante, pero para otras, puede ser abrumador o incluso angustiante. Comprender estas matices es clave para fomentar interacciones respetuosas y solidarias. En este blog, exploraremos las complejidades de abrazar a personas autistas, la importancia del consentimiento y formas alternativas de expresar afecto.

La complejidad del afecto físico para quienes están en el espectro del autismo

El afecto físico, especialmente los abrazos, a menudo se considera un símbolo universal de calidez, cuidado y comodidad en muchas culturas. Sin embargo, para las personas con autismo, los aspectos sensoriales y sociales del abrazo pueden presentar desafíos únicos. La experiencia sensorial de un abrazo puede ser abrumadora para algunos, mientras que otros pueden encontrar difícil interpretar las señales sociales y las intenciones detrás del gesto.

Explorando la experiencia sensorial de los abrazos

Para entender los desafíos que enfrentan las personas autistas con los abrazos, es importante considerar la experiencia desde una perspectiva sensorial. Para muchas personas autistas, sus sistemas sensoriales procesan la información de manera diferente. Esto puede crear una sensibilidad aumentada a la entrada sensorial, lo que significa que las experiencias que involucran tacto, vista, sonido, olfato y gusto pueden ser más intensas que para las personas neurotípicas.

Durante un abrazo, la sensación del cuerpo de otra persona cerca, la presión de sus brazos, el aroma de su perfume o colonia, e incluso el sonido de su latido pueden ser abrumadores. Imagina sentirte bombardeado por estas sensaciones todas a la vez: un abrazo se convierte en menos de un gesto reconfortante y más en una sobrecarga sensorial.

Esta sensibilidad sensorial puede hacer que los abrazos se sientan físicamente incómodos o incluso dolorosos para algunas personas autistas. En consecuencia, un abrazo destinado como un gesto de afecto puede ser percibido negativamente, potencialmente causando ansiedad, estrés, o incluso un colapso.

Variabilidad en los niveles de comodidad y preferencias

Es crucial recordar que los niveles de comodidad con los abrazos varían significativamente entre las personas autistas. Algunos pueden abrazar con entusiasmo, disfrutando de la cercanía física y la presión como una forma de búsqueda sensorial. Pueden encontrar consuelo y tranquilidad en la sensación de ser abrazados.

Otros pueden tolerar abrazos de individuos familiares pero encontrar abrumadores los abrazos de extraños o conocidos. También es común que las personas autistas tengan preferencias con respecto al tipo de abrazo que consideran aceptable. Por ejemplo, un abrazo ligero con contacto limitado puede ser preferible a un abrazo apretado de cuerpo completo.

La conclusión clave es que no hay un enfoque único para abrazar a personas autistas. Reconocer y respetar estas diferencias individuales es esencial para fomentar interacciones positivas y cómodas.

Desafíos alrededor de abrazar a personas autistas

Dado los potenciales desafíos sensoriales y sociales asociados con abrazar para las personas autistas, es importante navegar estas interacciones con consideración. Comprender y respetar los límites relacionados con el contacto físico es crucial para fomentar relaciones saludables y crear un entorno de apoyo donde todos se sientan cómodos.

Aceptar abiertamente que las personas con autismo pueden percibir y experimentar los abrazos de manera diferente es el primer paso hacia interacciones más informadas y sensibles. Nunca es seguro asumir que un abrazo es bienvenido, incluso si está destinado con las mejores intenciones.

Entendiendo los límites y el consentimiento

Navegar el afecto físico con personas autistas comienza con entender y respetar los límites. Si bien abrazar es una interacción social común, es importante recordar que no todos se sienten cómodos con el contacto físico, particularmente las personas con autismo. Establecer límites claros en torno al afecto físico es esencial para promover el desarrollo social y asegurar que todos los involucrados se sientan seguros y respetados.

El consentimiento es un aspecto fundamental de las interacciones respetuosas. Al igual que cualquier otra persona, las personas autistas tienen derecho a decidir quién las toca y cómo. Antes de ofrecer un abrazo, es crucial obtener consentimiento explícito, incluso de individuos que te han abrazado en el pasado. Su nivel de comodidad puede variar dependiendo del entorno, su estado de ánimo, u otros factores.

Siempre pide consentimiento verbalmente y respeta su respuesta, incluso si es "no". Las señales no verbales, que pueden ser difíciles de interpretar, especialmente para personas con autismo, no son una forma confiable de consentimiento. Establecer estas expectativas claras en torno al contacto físico ayuda a crear un entorno más seguro y respetuoso.

Estrategias para comunicar incomodidad o aceptación

Para las personas autistas, comunicar incomodidad o aceptación del afecto físico puede ser un desafío. Las dificultades con las habilidades sociales y la interpretación de las señales sociales pueden dificultarles expresar sus preferencias de manera efectiva. Es importante equipar a las personas autistas con alternativas para comunicar sus niveles de comodidad más allá de la comunicación verbal, que puede no estar siempre fácilmente accesible.

Un enfoque es enseñar y alentar el uso de saludos alternativos. En lugar de abrazar, sugiere opciones como un saludo con la mano, un "high-five", un puño, o incluso una simple sonrisa y un saludo verbal. Estas alternativas proporcionan una manera de reconocer y interactuar con otros mientras se respetan los límites.

Las ayudas visuales, como historias sociales o tarjetas de imágenes, también pueden ser herramientas valiosas. Las representaciones visuales pueden ayudar a las personas autistas a entender diferentes interacciones sociales y formas apropiadas de responder. Además, enseñar frases como "no estoy cómodo con abrazar en este momento" o "prefiero un 'high-five'" puede empoderarlos para comunicar sus límites directamente.

Alternativas creativas a los abrazos tradicionales

Reconocer que los abrazos tradicionales pueden no ser una forma adecuada de afecto para todas las personas autistas abre oportunidades para explorar expresiones alternativas de cuidado y conexión. Al cambiar el enfoque del contacto físico a otras experiencias sensoriales o actividades compartidas, podemos crear un entorno más inclusivo que respete las necesidades y preferencias individuales.

El concepto de la "máquina de abrazos"

Temple Grandin, una destacada defensora y autora autista, introdujo el concepto de la "máquina de abrazos" en su libro Pensando en imágenes. La máquina de abrazos, diseñada por la propia Grandin, proporciona estimulación controlada de presión profunda, que encontró calmante y terapéutica. Este concepto resalta la importancia de proporcionar entradas sensoriales personalizadas para satisfacer las necesidades específicas de las personas autistas.

Implementando el afecto basado en gestos

Para los niños y adultos autistas, el afecto basado en gestos puede ser una alternativa más cómoda a los abrazos tradicionales. Los apretones de manos, los 'high-fives', los puños, o incluso los pulgares hacia arriba son formas de expresar cuidado y ánimo sin implicar contacto físico. Estos gestos pueden ser particularmente útiles para las personas autistas que luchan por interpretar las señales sociales, ya que ofrecen una manera clara y concisa de transmitir sentimientos positivos.

Los recordatorios visuales, como tarjetas de imágenes que representan diferentes opciones de gestos, pueden ser herramientas beneficiosas para enseñar a las personas autistas estas formas alternativas de expresar afecto. Además, practicar estos gestos en un entorno lúdico y de apoyo puede ayudar a construir confianza y comprensión.

Recuerda que la transición de los abrazos tradicionales al afecto basado en gestos puede tomar tiempo y paciencia. La consistencia es clave: continúa modelando y alentando estas alternativas, y con el tiempo, las personas autistas comenzarán a comprender y utilizarlas de manera efectiva en sus interacciones sociales.

Apoyando a los seres queridos autistas: consejos para familias y amigos

Apoyar a los seres queridos autistas requiere paciencia, comprensión y disposición para adaptar nuestro enfoque a las interacciones sociales según sus necesidades individuales. Reconocer que el afecto físico, particularmente abrazar, puede ser desafiante para algunas personas autistas es crucial.

Educando sobre las necesidades autistas en entornos sociales

Educar a otros sobre las necesidades únicas de las personas en el espectro autista es crucial para fomentar una mayor comprensión y aceptación en entornos sociales. Los cuidadores, familiares y amigos pueden jugar un papel significativo en este proceso al explicar suavemente cómo las sensibilidades sensoriales y los desafíos sociales pueden impactar el nivel de comodidad de una persona autista con el contacto físico.

Es importante enfatizar que cada individuo en el espectro autista es único, y sus preferencias por el afecto físico pueden variar ampliamente. Lo que una persona autista encuentra reconfortante, otra puede encontrarlo abrumador. Por lo tanto, es esencial evitar hacer generalizaciones y en su lugar centrarse en las necesidades y límites específicos del individuo.

Cuando interactúes con un individuo autista, particularmente en entornos sociales, alienta a otros a priorizar la comunicación verbal sobre los gestos físicos de afecto. Sugiere alternativas a los abrazos, como un saludo amistoso, un 'high-five', o simplemente decir hola. Este enfoque promueve el respeto, la comprensión y las interacciones sociales positivas para todos los involucrados.

Fomentando la autonomía en la expresión del afecto

Si bien comprender y respetar los límites es fundamental, también es importante fomentar la autonomía en cómo las personas autistas eligen expresar afecto. El autismo no debe verse como una barrera para experimentar la alegría y conexión que vienen con compartir amor y cuidado con otros.

Alienta a las personas autistas a explorar diferentes maneras de expresar afecto que se alineen con sus niveles de comodidad. Esto podría implicar expresiones verbales, como decir "te quiero" o "me importa", o gestos no verbales, como ofrecer un pequeño regalo o compartir una actividad favorita.

Recuerda, el objetivo es fomentar un entorno donde las personas autistas se sientan empoderadas para expresar sus sentimientos auténticamente sin miedo a ser juzgadas o presionadas a conformarse con normas sociales que pueden no ser cómodas. Al apoyar su autonomía, les ayudamos a desarrollar relaciones saludables y cultivar un sentido positivo de sí mismos.

Conclusión

En conclusión, entender las complejidades del afecto físico para las personas en el espectro autista es crucial para crear un entorno de apoyo. Al explorar experiencias sensoriales, respetar límites y considerar formas alternativas de expresar afecto, podemos ofrecer conexiones significativas que honren los niveles de comodidad individuales. Es esencial educarnos y educar a los demás sobre las necesidades únicas de las personas autistas, fomentando autonomía y aceptación en cómo comunican y reciben afecto. Juntos, podemos cultivar espacios inclusivos que celebren la diversidad y promuevan la comprensión.

Si estás buscando un apoyo compasivo y adaptado al autismo, contacta a Blossom ABA hoy y descubre cómo podemos ayudar a nutrir conexiones positivas.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedes saber si alguien con autismo quiere abrazar?

Para alguien con ASD, interpretar señales sociales puede ser un desafío. Nunca asumas que quieren un abrazo. Pregunta directamente, respetando su respuesta. Su nivel de comodidad, incluso con el lenguaje corporal, puede no ser siempre claro. Siempre prioriza el consentimiento explícito sobre las interpretaciones.

¿Cuáles son algunos signos de sobrecarga sensorial durante los abrazos?

La sobrecarga sensorial durante los abrazos puede manifestarse como incomodidad, alejarse, o incluso angustia en individuos con autismo. Pueden cubrirse los oídos, apartar la mirada o volverse inquietos. Estas son señales claras de que el contacto físico es abrumador y debe detenerse inmediatamente.

¿Pueden las mantas con peso sustituir la necesidad de abrazos?

Las mantas con peso proporcionan entrada sensorial de presión profunda, que muchas personas autistas encuentran calmante, similar a un abrazo. Aunque no es un sustituto directo de la conexión humana, las mantas con peso ofrecen una herramienta valiosa para el confort y la regulación sensorial.

Navegar por las interacciones sociales puede ser excepcionalmente desafiante para las personas con autismo, especialmente cuando se trata de afecto físico como abrazar. Mientras que muchos ven los abrazos como gestos reconfortantes, la experiencia puede ser completamente diferente para quienes se encuentran en el espectro del autismo debido a sensibilidades sensoriales y complejidades sociales. Para algunas personas autistas, un abrazo puede sentirse reconfortante, pero para otras, puede ser abrumador o incluso angustiante. Comprender estas matices es clave para fomentar interacciones respetuosas y solidarias. En este blog, exploraremos las complejidades de abrazar a personas autistas, la importancia del consentimiento y formas alternativas de expresar afecto.

La complejidad del afecto físico para quienes están en el espectro del autismo

El afecto físico, especialmente los abrazos, a menudo se considera un símbolo universal de calidez, cuidado y comodidad en muchas culturas. Sin embargo, para las personas con autismo, los aspectos sensoriales y sociales del abrazo pueden presentar desafíos únicos. La experiencia sensorial de un abrazo puede ser abrumadora para algunos, mientras que otros pueden encontrar difícil interpretar las señales sociales y las intenciones detrás del gesto.

Explorando la experiencia sensorial de los abrazos

Para entender los desafíos que enfrentan las personas autistas con los abrazos, es importante considerar la experiencia desde una perspectiva sensorial. Para muchas personas autistas, sus sistemas sensoriales procesan la información de manera diferente. Esto puede crear una sensibilidad aumentada a la entrada sensorial, lo que significa que las experiencias que involucran tacto, vista, sonido, olfato y gusto pueden ser más intensas que para las personas neurotípicas.

Durante un abrazo, la sensación del cuerpo de otra persona cerca, la presión de sus brazos, el aroma de su perfume o colonia, e incluso el sonido de su latido pueden ser abrumadores. Imagina sentirte bombardeado por estas sensaciones todas a la vez: un abrazo se convierte en menos de un gesto reconfortante y más en una sobrecarga sensorial.

Esta sensibilidad sensorial puede hacer que los abrazos se sientan físicamente incómodos o incluso dolorosos para algunas personas autistas. En consecuencia, un abrazo destinado como un gesto de afecto puede ser percibido negativamente, potencialmente causando ansiedad, estrés, o incluso un colapso.

Variabilidad en los niveles de comodidad y preferencias

Es crucial recordar que los niveles de comodidad con los abrazos varían significativamente entre las personas autistas. Algunos pueden abrazar con entusiasmo, disfrutando de la cercanía física y la presión como una forma de búsqueda sensorial. Pueden encontrar consuelo y tranquilidad en la sensación de ser abrazados.

Otros pueden tolerar abrazos de individuos familiares pero encontrar abrumadores los abrazos de extraños o conocidos. También es común que las personas autistas tengan preferencias con respecto al tipo de abrazo que consideran aceptable. Por ejemplo, un abrazo ligero con contacto limitado puede ser preferible a un abrazo apretado de cuerpo completo.

La conclusión clave es que no hay un enfoque único para abrazar a personas autistas. Reconocer y respetar estas diferencias individuales es esencial para fomentar interacciones positivas y cómodas.

Desafíos alrededor de abrazar a personas autistas

Dado los potenciales desafíos sensoriales y sociales asociados con abrazar para las personas autistas, es importante navegar estas interacciones con consideración. Comprender y respetar los límites relacionados con el contacto físico es crucial para fomentar relaciones saludables y crear un entorno de apoyo donde todos se sientan cómodos.

Aceptar abiertamente que las personas con autismo pueden percibir y experimentar los abrazos de manera diferente es el primer paso hacia interacciones más informadas y sensibles. Nunca es seguro asumir que un abrazo es bienvenido, incluso si está destinado con las mejores intenciones.

Entendiendo los límites y el consentimiento

Navegar el afecto físico con personas autistas comienza con entender y respetar los límites. Si bien abrazar es una interacción social común, es importante recordar que no todos se sienten cómodos con el contacto físico, particularmente las personas con autismo. Establecer límites claros en torno al afecto físico es esencial para promover el desarrollo social y asegurar que todos los involucrados se sientan seguros y respetados.

El consentimiento es un aspecto fundamental de las interacciones respetuosas. Al igual que cualquier otra persona, las personas autistas tienen derecho a decidir quién las toca y cómo. Antes de ofrecer un abrazo, es crucial obtener consentimiento explícito, incluso de individuos que te han abrazado en el pasado. Su nivel de comodidad puede variar dependiendo del entorno, su estado de ánimo, u otros factores.

Siempre pide consentimiento verbalmente y respeta su respuesta, incluso si es "no". Las señales no verbales, que pueden ser difíciles de interpretar, especialmente para personas con autismo, no son una forma confiable de consentimiento. Establecer estas expectativas claras en torno al contacto físico ayuda a crear un entorno más seguro y respetuoso.

Estrategias para comunicar incomodidad o aceptación

Para las personas autistas, comunicar incomodidad o aceptación del afecto físico puede ser un desafío. Las dificultades con las habilidades sociales y la interpretación de las señales sociales pueden dificultarles expresar sus preferencias de manera efectiva. Es importante equipar a las personas autistas con alternativas para comunicar sus niveles de comodidad más allá de la comunicación verbal, que puede no estar siempre fácilmente accesible.

Un enfoque es enseñar y alentar el uso de saludos alternativos. En lugar de abrazar, sugiere opciones como un saludo con la mano, un "high-five", un puño, o incluso una simple sonrisa y un saludo verbal. Estas alternativas proporcionan una manera de reconocer y interactuar con otros mientras se respetan los límites.

Las ayudas visuales, como historias sociales o tarjetas de imágenes, también pueden ser herramientas valiosas. Las representaciones visuales pueden ayudar a las personas autistas a entender diferentes interacciones sociales y formas apropiadas de responder. Además, enseñar frases como "no estoy cómodo con abrazar en este momento" o "prefiero un 'high-five'" puede empoderarlos para comunicar sus límites directamente.

Alternativas creativas a los abrazos tradicionales

Reconocer que los abrazos tradicionales pueden no ser una forma adecuada de afecto para todas las personas autistas abre oportunidades para explorar expresiones alternativas de cuidado y conexión. Al cambiar el enfoque del contacto físico a otras experiencias sensoriales o actividades compartidas, podemos crear un entorno más inclusivo que respete las necesidades y preferencias individuales.

El concepto de la "máquina de abrazos"

Temple Grandin, una destacada defensora y autora autista, introdujo el concepto de la "máquina de abrazos" en su libro Pensando en imágenes. La máquina de abrazos, diseñada por la propia Grandin, proporciona estimulación controlada de presión profunda, que encontró calmante y terapéutica. Este concepto resalta la importancia de proporcionar entradas sensoriales personalizadas para satisfacer las necesidades específicas de las personas autistas.

Implementando el afecto basado en gestos

Para los niños y adultos autistas, el afecto basado en gestos puede ser una alternativa más cómoda a los abrazos tradicionales. Los apretones de manos, los 'high-fives', los puños, o incluso los pulgares hacia arriba son formas de expresar cuidado y ánimo sin implicar contacto físico. Estos gestos pueden ser particularmente útiles para las personas autistas que luchan por interpretar las señales sociales, ya que ofrecen una manera clara y concisa de transmitir sentimientos positivos.

Los recordatorios visuales, como tarjetas de imágenes que representan diferentes opciones de gestos, pueden ser herramientas beneficiosas para enseñar a las personas autistas estas formas alternativas de expresar afecto. Además, practicar estos gestos en un entorno lúdico y de apoyo puede ayudar a construir confianza y comprensión.

Recuerda que la transición de los abrazos tradicionales al afecto basado en gestos puede tomar tiempo y paciencia. La consistencia es clave: continúa modelando y alentando estas alternativas, y con el tiempo, las personas autistas comenzarán a comprender y utilizarlas de manera efectiva en sus interacciones sociales.

Apoyando a los seres queridos autistas: consejos para familias y amigos

Apoyar a los seres queridos autistas requiere paciencia, comprensión y disposición para adaptar nuestro enfoque a las interacciones sociales según sus necesidades individuales. Reconocer que el afecto físico, particularmente abrazar, puede ser desafiante para algunas personas autistas es crucial.

Educando sobre las necesidades autistas en entornos sociales

Educar a otros sobre las necesidades únicas de las personas en el espectro autista es crucial para fomentar una mayor comprensión y aceptación en entornos sociales. Los cuidadores, familiares y amigos pueden jugar un papel significativo en este proceso al explicar suavemente cómo las sensibilidades sensoriales y los desafíos sociales pueden impactar el nivel de comodidad de una persona autista con el contacto físico.

Es importante enfatizar que cada individuo en el espectro autista es único, y sus preferencias por el afecto físico pueden variar ampliamente. Lo que una persona autista encuentra reconfortante, otra puede encontrarlo abrumador. Por lo tanto, es esencial evitar hacer generalizaciones y en su lugar centrarse en las necesidades y límites específicos del individuo.

Cuando interactúes con un individuo autista, particularmente en entornos sociales, alienta a otros a priorizar la comunicación verbal sobre los gestos físicos de afecto. Sugiere alternativas a los abrazos, como un saludo amistoso, un 'high-five', o simplemente decir hola. Este enfoque promueve el respeto, la comprensión y las interacciones sociales positivas para todos los involucrados.

Fomentando la autonomía en la expresión del afecto

Si bien comprender y respetar los límites es fundamental, también es importante fomentar la autonomía en cómo las personas autistas eligen expresar afecto. El autismo no debe verse como una barrera para experimentar la alegría y conexión que vienen con compartir amor y cuidado con otros.

Alienta a las personas autistas a explorar diferentes maneras de expresar afecto que se alineen con sus niveles de comodidad. Esto podría implicar expresiones verbales, como decir "te quiero" o "me importa", o gestos no verbales, como ofrecer un pequeño regalo o compartir una actividad favorita.

Recuerda, el objetivo es fomentar un entorno donde las personas autistas se sientan empoderadas para expresar sus sentimientos auténticamente sin miedo a ser juzgadas o presionadas a conformarse con normas sociales que pueden no ser cómodas. Al apoyar su autonomía, les ayudamos a desarrollar relaciones saludables y cultivar un sentido positivo de sí mismos.

Conclusión

En conclusión, entender las complejidades del afecto físico para las personas en el espectro autista es crucial para crear un entorno de apoyo. Al explorar experiencias sensoriales, respetar límites y considerar formas alternativas de expresar afecto, podemos ofrecer conexiones significativas que honren los niveles de comodidad individuales. Es esencial educarnos y educar a los demás sobre las necesidades únicas de las personas autistas, fomentando autonomía y aceptación en cómo comunican y reciben afecto. Juntos, podemos cultivar espacios inclusivos que celebren la diversidad y promuevan la comprensión.

Si estás buscando un apoyo compasivo y adaptado al autismo, contacta a Blossom ABA hoy y descubre cómo podemos ayudar a nutrir conexiones positivas.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedes saber si alguien con autismo quiere abrazar?

Para alguien con ASD, interpretar señales sociales puede ser un desafío. Nunca asumas que quieren un abrazo. Pregunta directamente, respetando su respuesta. Su nivel de comodidad, incluso con el lenguaje corporal, puede no ser siempre claro. Siempre prioriza el consentimiento explícito sobre las interpretaciones.

¿Cuáles son algunos signos de sobrecarga sensorial durante los abrazos?

La sobrecarga sensorial durante los abrazos puede manifestarse como incomodidad, alejarse, o incluso angustia en individuos con autismo. Pueden cubrirse los oídos, apartar la mirada o volverse inquietos. Estas son señales claras de que el contacto físico es abrumador y debe detenerse inmediatamente.

¿Pueden las mantas con peso sustituir la necesidad de abrazos?

Las mantas con peso proporcionan entrada sensorial de presión profunda, que muchas personas autistas encuentran calmante, similar a un abrazo. Aunque no es un sustituto directo de la conexión humana, las mantas con peso ofrecen una herramienta valiosa para el confort y la regulación sensorial.

Navegar por las interacciones sociales puede ser excepcionalmente desafiante para las personas con autismo, especialmente cuando se trata de afecto físico como abrazar. Mientras que muchos ven los abrazos como gestos reconfortantes, la experiencia puede ser completamente diferente para quienes se encuentran en el espectro del autismo debido a sensibilidades sensoriales y complejidades sociales. Para algunas personas autistas, un abrazo puede sentirse reconfortante, pero para otras, puede ser abrumador o incluso angustiante. Comprender estas matices es clave para fomentar interacciones respetuosas y solidarias. En este blog, exploraremos las complejidades de abrazar a personas autistas, la importancia del consentimiento y formas alternativas de expresar afecto.

La complejidad del afecto físico para quienes están en el espectro del autismo

El afecto físico, especialmente los abrazos, a menudo se considera un símbolo universal de calidez, cuidado y comodidad en muchas culturas. Sin embargo, para las personas con autismo, los aspectos sensoriales y sociales del abrazo pueden presentar desafíos únicos. La experiencia sensorial de un abrazo puede ser abrumadora para algunos, mientras que otros pueden encontrar difícil interpretar las señales sociales y las intenciones detrás del gesto.

Explorando la experiencia sensorial de los abrazos

Para entender los desafíos que enfrentan las personas autistas con los abrazos, es importante considerar la experiencia desde una perspectiva sensorial. Para muchas personas autistas, sus sistemas sensoriales procesan la información de manera diferente. Esto puede crear una sensibilidad aumentada a la entrada sensorial, lo que significa que las experiencias que involucran tacto, vista, sonido, olfato y gusto pueden ser más intensas que para las personas neurotípicas.

Durante un abrazo, la sensación del cuerpo de otra persona cerca, la presión de sus brazos, el aroma de su perfume o colonia, e incluso el sonido de su latido pueden ser abrumadores. Imagina sentirte bombardeado por estas sensaciones todas a la vez: un abrazo se convierte en menos de un gesto reconfortante y más en una sobrecarga sensorial.

Esta sensibilidad sensorial puede hacer que los abrazos se sientan físicamente incómodos o incluso dolorosos para algunas personas autistas. En consecuencia, un abrazo destinado como un gesto de afecto puede ser percibido negativamente, potencialmente causando ansiedad, estrés, o incluso un colapso.

Variabilidad en los niveles de comodidad y preferencias

Es crucial recordar que los niveles de comodidad con los abrazos varían significativamente entre las personas autistas. Algunos pueden abrazar con entusiasmo, disfrutando de la cercanía física y la presión como una forma de búsqueda sensorial. Pueden encontrar consuelo y tranquilidad en la sensación de ser abrazados.

Otros pueden tolerar abrazos de individuos familiares pero encontrar abrumadores los abrazos de extraños o conocidos. También es común que las personas autistas tengan preferencias con respecto al tipo de abrazo que consideran aceptable. Por ejemplo, un abrazo ligero con contacto limitado puede ser preferible a un abrazo apretado de cuerpo completo.

La conclusión clave es que no hay un enfoque único para abrazar a personas autistas. Reconocer y respetar estas diferencias individuales es esencial para fomentar interacciones positivas y cómodas.

Desafíos alrededor de abrazar a personas autistas

Dado los potenciales desafíos sensoriales y sociales asociados con abrazar para las personas autistas, es importante navegar estas interacciones con consideración. Comprender y respetar los límites relacionados con el contacto físico es crucial para fomentar relaciones saludables y crear un entorno de apoyo donde todos se sientan cómodos.

Aceptar abiertamente que las personas con autismo pueden percibir y experimentar los abrazos de manera diferente es el primer paso hacia interacciones más informadas y sensibles. Nunca es seguro asumir que un abrazo es bienvenido, incluso si está destinado con las mejores intenciones.

Entendiendo los límites y el consentimiento

Navegar el afecto físico con personas autistas comienza con entender y respetar los límites. Si bien abrazar es una interacción social común, es importante recordar que no todos se sienten cómodos con el contacto físico, particularmente las personas con autismo. Establecer límites claros en torno al afecto físico es esencial para promover el desarrollo social y asegurar que todos los involucrados se sientan seguros y respetados.

El consentimiento es un aspecto fundamental de las interacciones respetuosas. Al igual que cualquier otra persona, las personas autistas tienen derecho a decidir quién las toca y cómo. Antes de ofrecer un abrazo, es crucial obtener consentimiento explícito, incluso de individuos que te han abrazado en el pasado. Su nivel de comodidad puede variar dependiendo del entorno, su estado de ánimo, u otros factores.

Siempre pide consentimiento verbalmente y respeta su respuesta, incluso si es "no". Las señales no verbales, que pueden ser difíciles de interpretar, especialmente para personas con autismo, no son una forma confiable de consentimiento. Establecer estas expectativas claras en torno al contacto físico ayuda a crear un entorno más seguro y respetuoso.

Estrategias para comunicar incomodidad o aceptación

Para las personas autistas, comunicar incomodidad o aceptación del afecto físico puede ser un desafío. Las dificultades con las habilidades sociales y la interpretación de las señales sociales pueden dificultarles expresar sus preferencias de manera efectiva. Es importante equipar a las personas autistas con alternativas para comunicar sus niveles de comodidad más allá de la comunicación verbal, que puede no estar siempre fácilmente accesible.

Un enfoque es enseñar y alentar el uso de saludos alternativos. En lugar de abrazar, sugiere opciones como un saludo con la mano, un "high-five", un puño, o incluso una simple sonrisa y un saludo verbal. Estas alternativas proporcionan una manera de reconocer y interactuar con otros mientras se respetan los límites.

Las ayudas visuales, como historias sociales o tarjetas de imágenes, también pueden ser herramientas valiosas. Las representaciones visuales pueden ayudar a las personas autistas a entender diferentes interacciones sociales y formas apropiadas de responder. Además, enseñar frases como "no estoy cómodo con abrazar en este momento" o "prefiero un 'high-five'" puede empoderarlos para comunicar sus límites directamente.

Alternativas creativas a los abrazos tradicionales

Reconocer que los abrazos tradicionales pueden no ser una forma adecuada de afecto para todas las personas autistas abre oportunidades para explorar expresiones alternativas de cuidado y conexión. Al cambiar el enfoque del contacto físico a otras experiencias sensoriales o actividades compartidas, podemos crear un entorno más inclusivo que respete las necesidades y preferencias individuales.

El concepto de la "máquina de abrazos"

Temple Grandin, una destacada defensora y autora autista, introdujo el concepto de la "máquina de abrazos" en su libro Pensando en imágenes. La máquina de abrazos, diseñada por la propia Grandin, proporciona estimulación controlada de presión profunda, que encontró calmante y terapéutica. Este concepto resalta la importancia de proporcionar entradas sensoriales personalizadas para satisfacer las necesidades específicas de las personas autistas.

Implementando el afecto basado en gestos

Para los niños y adultos autistas, el afecto basado en gestos puede ser una alternativa más cómoda a los abrazos tradicionales. Los apretones de manos, los 'high-fives', los puños, o incluso los pulgares hacia arriba son formas de expresar cuidado y ánimo sin implicar contacto físico. Estos gestos pueden ser particularmente útiles para las personas autistas que luchan por interpretar las señales sociales, ya que ofrecen una manera clara y concisa de transmitir sentimientos positivos.

Los recordatorios visuales, como tarjetas de imágenes que representan diferentes opciones de gestos, pueden ser herramientas beneficiosas para enseñar a las personas autistas estas formas alternativas de expresar afecto. Además, practicar estos gestos en un entorno lúdico y de apoyo puede ayudar a construir confianza y comprensión.

Recuerda que la transición de los abrazos tradicionales al afecto basado en gestos puede tomar tiempo y paciencia. La consistencia es clave: continúa modelando y alentando estas alternativas, y con el tiempo, las personas autistas comenzarán a comprender y utilizarlas de manera efectiva en sus interacciones sociales.

Apoyando a los seres queridos autistas: consejos para familias y amigos

Apoyar a los seres queridos autistas requiere paciencia, comprensión y disposición para adaptar nuestro enfoque a las interacciones sociales según sus necesidades individuales. Reconocer que el afecto físico, particularmente abrazar, puede ser desafiante para algunas personas autistas es crucial.

Educando sobre las necesidades autistas en entornos sociales

Educar a otros sobre las necesidades únicas de las personas en el espectro autista es crucial para fomentar una mayor comprensión y aceptación en entornos sociales. Los cuidadores, familiares y amigos pueden jugar un papel significativo en este proceso al explicar suavemente cómo las sensibilidades sensoriales y los desafíos sociales pueden impactar el nivel de comodidad de una persona autista con el contacto físico.

Es importante enfatizar que cada individuo en el espectro autista es único, y sus preferencias por el afecto físico pueden variar ampliamente. Lo que una persona autista encuentra reconfortante, otra puede encontrarlo abrumador. Por lo tanto, es esencial evitar hacer generalizaciones y en su lugar centrarse en las necesidades y límites específicos del individuo.

Cuando interactúes con un individuo autista, particularmente en entornos sociales, alienta a otros a priorizar la comunicación verbal sobre los gestos físicos de afecto. Sugiere alternativas a los abrazos, como un saludo amistoso, un 'high-five', o simplemente decir hola. Este enfoque promueve el respeto, la comprensión y las interacciones sociales positivas para todos los involucrados.

Fomentando la autonomía en la expresión del afecto

Si bien comprender y respetar los límites es fundamental, también es importante fomentar la autonomía en cómo las personas autistas eligen expresar afecto. El autismo no debe verse como una barrera para experimentar la alegría y conexión que vienen con compartir amor y cuidado con otros.

Alienta a las personas autistas a explorar diferentes maneras de expresar afecto que se alineen con sus niveles de comodidad. Esto podría implicar expresiones verbales, como decir "te quiero" o "me importa", o gestos no verbales, como ofrecer un pequeño regalo o compartir una actividad favorita.

Recuerda, el objetivo es fomentar un entorno donde las personas autistas se sientan empoderadas para expresar sus sentimientos auténticamente sin miedo a ser juzgadas o presionadas a conformarse con normas sociales que pueden no ser cómodas. Al apoyar su autonomía, les ayudamos a desarrollar relaciones saludables y cultivar un sentido positivo de sí mismos.

Conclusión

En conclusión, entender las complejidades del afecto físico para las personas en el espectro autista es crucial para crear un entorno de apoyo. Al explorar experiencias sensoriales, respetar límites y considerar formas alternativas de expresar afecto, podemos ofrecer conexiones significativas que honren los niveles de comodidad individuales. Es esencial educarnos y educar a los demás sobre las necesidades únicas de las personas autistas, fomentando autonomía y aceptación en cómo comunican y reciben afecto. Juntos, podemos cultivar espacios inclusivos que celebren la diversidad y promuevan la comprensión.

Si estás buscando un apoyo compasivo y adaptado al autismo, contacta a Blossom ABA hoy y descubre cómo podemos ayudar a nutrir conexiones positivas.

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedes saber si alguien con autismo quiere abrazar?

Para alguien con ASD, interpretar señales sociales puede ser un desafío. Nunca asumas que quieren un abrazo. Pregunta directamente, respetando su respuesta. Su nivel de comodidad, incluso con el lenguaje corporal, puede no ser siempre claro. Siempre prioriza el consentimiento explícito sobre las interpretaciones.

¿Cuáles son algunos signos de sobrecarga sensorial durante los abrazos?

La sobrecarga sensorial durante los abrazos puede manifestarse como incomodidad, alejarse, o incluso angustia en individuos con autismo. Pueden cubrirse los oídos, apartar la mirada o volverse inquietos. Estas son señales claras de que el contacto físico es abrumador y debe detenerse inmediatamente.

¿Pueden las mantas con peso sustituir la necesidad de abrazos?

Las mantas con peso proporcionan entrada sensorial de presión profunda, que muchas personas autistas encuentran calmante, similar a un abrazo. Aunque no es un sustituto directo de la conexión humana, las mantas con peso ofrecen una herramienta valiosa para el confort y la regulación sensorial.

Abrazos Autistas: Navegando Desafíos Sensoriales y Límites

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